jueves, 14 de noviembre de 2013

La necesidad de adaptarse a los cambios

El mundo actual está en constante cambio. Tanto que el futuro más inmediato es muchas veces impredecible. En el ámbito de los negocios, esta es una máxima que se cumple con más fecuencia de la que quizás desearíamos.

Por ejemplo, gran parte de la economía mundial actual se basa en el comercio internacional, en el transporte de las mercancías de un lugar a otro. Y en este modelo, el transporte marítimo -por ser uno de los más baratos y tener una buena relación fiabilidad/precio- juega un papel fundamental.

Pues bien, algunos medios de comunicación como El Mundo alertan estos días de un hecho -en principio muy alejado del "mundo económico"- que puede tener repercusiones considerables.


Parece ser que un iceberg de unos 700 kilómetros cuadrados -el tamaño no es cuestión menor, pues parece se asimilaría a la isla de Menorca- se ha desprendido de la Antártida y avanza a la deriva por el océano de aquellos lares.





En el peor de los escenarios, este bloque podría avanzar en su errática trayectoria hacia el Atlántico Sur, una de las zonas neurálgicas de las rutas comerciales marítimas. 

Por otra parte, según El País, el creciente deshielo en el hemisferio norte podría llegar a hacer navegable una ruta comercial entre Europa y China que hasta ahora había estado cubierta de hielo: el llamado 'Paso del Noreste' que pasa por el estrecho de Bering y bordea la costa norte rusa. Expertos chinos prevén que en 2020 hasta el 15% de su comercio exterior opte por esta vía.


Las repercusiones de ambos hechos -en uno u otro sentido- podrían ser considerables. Y, sobre todo, ponen de manifiesto la necesidad de adecuarse siempre a un entorno continuamente cambiante.

La rápida capacidad de adaptación y reacción marcará los negocios del futuro más inmediato, ¿acaso lo dudas?  

Photo credit: Gabrielrochette 

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